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En el 2012 empezare a subir cada domingo resúmenes y opiniones personales de películas que vea.

lunes, 12 de diciembre de 2011

In Time

En el año 2161, el gen del envejecimiento humano ha sido desactivado. Al cumplir los veinticinco años, las personas dejan de envejecer, pero sólo tienen un año más de vida. Transcurrido ese año, mueren de un ataque cardíaco a menos que «compren» tiempo y rellenen con el sus "relojes de vida"(reloj digital luminoso que esta en cuenta regresiva localizado en el antebrazo izquierdo). El tiempo (de vida) se ha convertido en «dinero» y es la forma con que la gente paga, sus lujos y necesidades. Los ricos pueden vivir eternamente, mientras que el resto debe negociar (o pedir prestamos) para poder vivir el día a día (sus relojes de vida a lo más tienen entre 1 a 7 días de vida). Todos traen un reloj de vida incrustado en el antebrazo donde se lee, con un número de 13 cifras, el tiempo que le queda de vida a cada persona. Cada persona vive en una "Zona Horaria" distinta, en función de su estatus social. Los pobres viven en los guetos de Dayton, y el trabajo de cada día sirve para ganar un par de horas más de vida, que también deberán utilizar para pagar las necesidades diarias. Los ricos viven en la lujosa Nueva Greenwich, y pueden vivir durante siglos o milenios en función de la cantidad de tiempo que han adquirido, cada zona horaria esta cercada con muros donde se cobran peajes en tiempo cada vez más costosos, para evitar que la gente "pobre" los pueda cruzar o emigrar a lugares de status sociales más altos.







Will Salas (Justin Timberlake) es un trabajador de una fábrica de 28 años de edad que vive con su madre de 50 años de edad, Rachel (Olivia Wilde) en los guetos. Un día, Will y su mejor amigo Borel (Johnny Galecki) visitan un bar donde ven que un hombre, Henry Hamilton (Matt Bomer), que tiene más de un siglo en su reloj y hace alarde de su tiempo ante los demás. Hamilton es atacado por Fortis (Alex Pettyfer), el jefe mafioso de 75 años de edad de una banda llamada los Minutemen, quienes roban tiempo a los demás con el uso de la fuerza. Will le ayuda a Hamilton a escapar, y lo lleva a una fábrica abandonada, donde Hamilton le dice a Will que hay tiempo suficiente para todo el mundo, pero que el tiempo se ha estado guardando únicamente para que los ricos se vuelvan inmortales, así además controlan la sobre-población mundial (subiendo el costo de la vida: impuestos, los servicios y alimentos, por ende la gente mas humilde corre el riesgo de que su reloj se consuma y finalmente muera), los ricos lo llaman "el sistema". Hamilton afirma que nadie debe morir antes de tiempo, y confiesa que ya está harto de seguir vivo y sus mente esta cansada después de sus 105 años vividos.

Mientras Will duerme, Hamilton le transfiere el tiempo de vida que le queda. Al despertar, Will descubre el tiempo en su reloj y ve a Hamilton lanzarse al río. Trata de salvarlo, pero sólo logra que una cámara de vigilancia detecte su presencia. Huye de la zona, pero la policía, los "guardianes del tiempo", dirigidos por Raymond Leon (Cillian Murphy), comienzan a perseguirlo porque creen que él mató a Hamilton para robarle el tiempo.

Will quiere ver a su madre para festejar su cumpleaños. Pero ella muere al acudir a la cita: el tiempo que le queda no es suficiente para llegar a pie, y el chofer del autobús que debe tomar no acepta que ella pague menos: la tarifa del transporte, que también se paga con tiempo, ha aumentado. Recordando lo que Hamilton le dijo sobre la inequidad del sistema de tiempo, Will decide vengarse. Visita a Borel y le da una década de tiempo como regalo de amistad, que Borel aprovecha para ir a beber a un bar. Will acude luego a la zona de los ricos, donde conoce a Phillipe Weis (Vincent Kartheiser) y a su hija de 27 años, Sylvia Weis (Amanda Seyfried). Sylvia muestra interés en Will después de ver su actitud atrevida al jugar póker contra su padre. Phillipe los presenta e invita a Will a una fiesta en su mansión.



En la mansión, Will es capturado por Leon, quien confisca la mayor parte de su tiempo. Will escapa entonces, tomando como rehén a Sylvia. Trata de volver al gueto con ella, pero tienen un accidente en el auto en el que huyen y quedan inconscientes, lo que aprovecha Fortis para descubrir que Will tiene en su poder las horas de Hamilton. Sin embargo, se decepcionan al saber que Will ya no tiene consigo las horas de Hamilton y, como consuelo, roban la mayor parte del tiempo de Sylvia. Al despertar, Sylvia se angustia al descubrir que, por primera vez en su corta vida, le queda muy poco tiempo. Ella y Will visitan a Borel para recuperar algo de tiempo. Al visitar a Borel se enteran, por su esposa, que éste murió alcoholizado cuando Will le regaló tiempo. Sylvia decide entonces vender sus aretes (diamantes) a una casa de empeño, pero sólo consigue dos días. Llaman entonces al papá de Sylvia para pedir rescate (mil años, que se distribuirán entre la población del gueto), pero el padre de Sylvia no acepta. Leon detecta la llamada y los persigue.

Al día siguiente descubren que el padre de Sylvia no paga el rescate. Leon aparece y casi mata a Will, pero recibe de Sylvia un disparo en el hombro. Entonces Will le transfiere a Leon dos horas de tiempo, en vez de quitárselo (Will sabe que los guardianes del tiempo también viven al día como la gente del gueto), lo que sorprende a Sylvia. Ambos escapan en la patrulla de Leon. Más tarde, Will le dice a ella que todavía puede alejarse de la situación y salvarse, pero ella decide quedarse a su lado, al darse cuenta de que la vida que llevaba en Nueva Greenwich no tenía ningún sentido. Se besan. Comienza entonces una serie de robos de bancos de tiempo evadiendo a Leon y a los cronometradores: roban las cápsulas que almacenan el tiempo y deciden distribuirlas entre los pobres (ya que en el fondo están recuperando el tiempo robado por los ricos que pertenecía a los pobres"), los ricos ponen una recompensa de 10 años tras ellos. Fortis finalmente localiza a Will y Sylvia por segunda vez, en un hotel. Will los elimina con las estrategias que aprendió de su padre.

Sin embargo, Will y Sylvia pronto se dan cuenta de que sus anteriores esfuerzos fueron inútiles, pues los ricos aumentan simplemente el costo de vida en los guetos, para mantener el status quo. Ellos idean entonces un plan para robar un millón de años en la sede privada de Weis, ya que eso realmente dañaría a los ricos. Will y Sylvia roban una cápsula de un millón de años de la bóveda de la oficina del padre de Sylvia y escapan de las instalaciones. Los cronometradores tratan de detenerlos, pero Will y Sylvia logran abrirse paso y llegar a Dayton. A su llegada, Leon estrella su coche contra Will, pero Will alcanza a darle la cápsula de tiempo a un joven, quien distribuye el tiempo entre la gente. Leon alcanza en su patrulla a Will y a Sylvia, quienes huyen del lugar. Will le pide a Leon que le regrese parte del tiempo que anteriormente le había transferido, para que él y Sylvia puedan sobrevivir antes de sus ejecuciones, y Leon se da cuenta entonces de que había olvidado cargar más tiempo a su reloj, y muere frente a ellos. Will y Sylvia tienen aún unos segundos de vida y, cuando creen que uno de los dos va a tener que sacrificarse por ambos, Will recuerda que pueden tomar tiempo de la patrulla de Leon y, en una escena que recuerda la muerte de la madre de Will, Sylvia recibe de Will justo a tiempo lo que necesitaba para sobrevivir. A costa de los robos y reparticiones de tiempo efectuadas por ellos, los cronometradores en su base monitorean como en los guetos la gente ahora con más tiempo de vida abandona las fabricas y "el sistema" va desmoronándose en los guetos y la gente viajan hacia los otras zonas horarios ignorando los peajes "de tiempo" entre cada zona horaria, así los cronometradores y/o policías de tiempo ven como la situación se les escapa de sus manos y deciden no actuar sobre estos hechos. En la última escena, Sylvia y Will concluyen que para lograr derrocar "el sistema" van a tener que seguir robando y repartiendo mucho "más tiempo" por lo que vemos como aparecen en la entrada de un gran banco de tiempo: finalmente se dedicarán a seguir robando más cápsulas de tiempo.

En mi opinión es una buena película, pero todos los films americanos tienen la misma historia: un chico valiente rebelde que se enamora de una chica rica y juntos se rebelan ante el padre de ella, que es el dueño del banco mas adinerado del mundo. Si digo la verdad esperaba una película mucho mejor, con una historia mucho mas interesante e intrigante. Yo en una escala del uno al diez le daría un 7, por su entretenimiento y buena relación del dinero con el tiempo.

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